El aceite de oliva y su contribución

Según investigaciones recientes el aceite de oliva aporta grandes beneficios a la salud, especialmente el aceite de oliva virgen extra.

Actualmente la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) desarrolla un proceso de investigación para determinar científicamente los efectos y beneficios del consumo del mismo en la prevención y lucha contra el cáncer de mama.

Distintas investigaciones afirman que el consumo del aceite de oliva contribuye al aumento de colesterol “bueno” y al aumento de sustancias antioxidantes como la vitamina E y los polifenoles, resaltan sus magníficas propiedades anti-cancerígenas y anti-envejecimiento. También es objeto de estudio su contribución a la prevención y reducción de las enfermedades cardiovasculares, según informes del Instituto Europeo de la Alimentación Mediterránea (IAMED).

El aceite de oliva favorece la absorción de minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio y el zinc, además de beneficiar el proceso digestivo, evitando la acidez y ayudando el tránsito intestinal. También contribuye a controlar los niveles de azúcar en sangre.

Cuando hablamos de salud, lógicamente hablamos de belleza, pero vale la pena resaltar la contribución del aceite de oliva a la beldad natural, tanto estético como terapéutico usado en tratamientos para la piel, el cabello, las uñas, entre otros.

Desde la antigüedad los fenicios y los egipcios incluían en el proceso de belleza el aceite de oliva, incorporándolo al tratamiento del organismo por sus efectos antioxidantes y polifenoles naturales, también lo utilizaban en perfumes, baños, ungüentos, como bálsamo para masajes y tonificantes durante las actividades físicas. Rico en vitamina E, protege la piel del envejecimiento celular, restaurando su firmeza y elasticidad.